En muchos países, el término “farmacéutico” se asocia a una auténtica búsqueda de la salud y la curación. Sin embargo, una mirada más atenta revela que esta noble búsqueda ha sido secuestrada en los países occidentales hace ya más de un siglo y sometida a las reglas de la codicia empresarial. Sin embargo, si se examina más de cerca, las consecuencias devastadoras de este modelo de negocio de inversión se hacen evidentes:

  1. El negocio de la inversión farmacéutica no es principalmente una industria de la salud que sirve al bienestar de millones de personas, sino un negocio de inversión que sirve principalmente a los intereses financieros de los accionistas.
  2. El retorno de la inversión (ROI) de este negocio, se deriva de las regalías de los fármacos s patentados. Por lo tanto, la patentabilidad de su mercancía de medicamentos significa la base misma de este modelo de negocio.
  3. Los mercados del negocio de inversión farmacéutica son las enfermedades en curso. Así, el mantenimiento y la expansión de las enfermedades es una parte inalienable de este modelo de negocio para aumentar los beneficios de los accionistas.
  4. La prevención eficaz de las enfermedades tiene como objetivo eliminar los “mercados de enfermedades” mundiales y amenaza este negocio de inversión. El uso preventivo y terapéutico de enfoques sanitarios basados en la ciencia, pero no patentables, supone una amenaza mortal para este negocio de inversión.
  5. Durante el siglo XX, los círculos financieros que están detrás de este negocio de inversión de un puñado de países occidentales extorsionaron miles de millones de dólares de los pueblos y naciones del mundo con esta artimaña y utilizaron este dinero para poner bajo su control a los partidos políticos, los gobiernos, los medios de comunicación, la medicina y el ejército de los países occidentales.
  6. Este sistema de fraude global -que promete salud pero prospera con la expansión de las enfermedades- se convirtió en uno de los negocios de inversión más lucrativos de la historia de la humanidad y en un pilar económico de las sociedades capitalistas.
  7. Durante las primeras décadas del siglo XXI, la investigación sobre los beneficios para la salud de las moléculas bioactivas derivadas de las plantas (micronutrientes) ha mostrado un rápido crecimiento en el campo de la medicina. Esta explosión de conocimientos en materia de salud no patentable, reducirá previsiblemente las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y otras enfermedades comunes -cada una de ellas base de un mercado multimillonario con fármacos patentados.
  8. Los círculos financieros que están detrás del negocio se enfrentan a decenas de miles de millones de dólares en pérdidas. Además, sus actores políticos en un puñado de países europeos y en América del Norte, se ven amenazados por la pérdida de credibilidad de su sistema político que ha permitido que este fraude continúe durante décadas a costa de decenas de millones de vidas y decenas de miles de millones de dólares en costes sanitarios.

El negocio de las inversiones farmacéuticas se presenta como el mayor fraude a la humanidad desde las indulgencias medievales. Para evitar el colapso del sistema económico y político occidental, sus actores no descartan una gran guerra. La desesperación alimenta su agresividad y están dispuestos a arrastrar a la humanidad con ellos al abismo.

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